domingo, 16 de octubre de 2016

        Lectura de interés,  escrito por una Psicóloga del Centro de la calle Viriato.


JUBILADOS JUBILOSOS Cumples 65 años y piensas… y ahora, ¿qué? Ya no tienes que madrugar, ni aguantar problemas con tus compañeros de trabajo, ni acostarte pronto el domingo porque el lunes empieza temprano pero aún así, la mayoría de personas cuando se jubilan, pasan un periodo de transición hasta que se adaptan al cambio de ritmo de vida: un cambio, que puede ser a nivel de revoluciones (menos estrés, presión, prisas) pero no tiene por qué ser de calidad de vida. Imagina que vas de viaje en tren, un largo viaje que incluye muchas paradas. Lo puedes disfrutar de muchas maneras, durmiendo o mirando por la ventanilla el paisaje, disfrutando de él, observándolo. Ahora piensa si la vida no es algo similar a ese viaje en tren… Tu actitud puede ser pasiva, dejándote llevar por cuestiones de azar, suerte o destino y de este modo, nada dependería de ti, son otros factores los que determinan el control de tu viaje y estaría claro que nada dependería de ti. Pero si por el contrario, tú decides ser el que dirige su vida, irás disfrutando de cada parada de estación, cada oportunidad de aprender, cada experiencia, cada etapa… y sabrás cuándo es el momento de bajar de ese tren si ves que empiezas a dormirte durante el viaje porque ya no te despierta nada nuevo y cambiar el trayecto de tu viaje. Cuando una persona se jubila atraviesa una sensación parecida a la del nido vacío que viven muchas madres cuando los hijos abandonan el hogar (hecho cada vez menos habitual, todo hay que decirlo…) pero con respecto a la vida en general: me abandonan, ya no sirvo, no tengo nada que hacer, ya no soy útil. Nuestro pensamiento, a veces quiere engañarnos y “debemos” ser más listos que él. No te creas todo lo que piensas y desmonta estos argumentos. No pienses que todo ha terminado sino que ahora, empieza lo mejor. No pienses que yo ya no sirves sino que ahora no hace falta que “sirva”, ahora estoy para darme gusto y gestionar mi tiempo sin obligaciones, por disfrute personal. No pienses que te abandonan, porque no pierdes a nadie, ganas a los que siempre han estado contigo y ahora puedes disfrutar con ellos sin prisas. No pienses que no tienes nada que hacer, porque realmente, hay muchas personas como tú, que tienen mucho que ofrecerte y la vez, mucho que aprender contigo. Toda esa experiencia vital y laboral, toda esa sabiduría camuflada en años y en alguna que otra arruga… tiene un lugar ideal donde seguir siendo desarrollada, compartida y disfrutada: Centros de Participación Activa. Os hablo de lo que conozco y más concretamente, del C.P.A. de Linares, situado en la calle Viriato. A ti, jubilado con ganas de sentirte jubiloso que estás leyendo esto, no te lo pienses e implícate en tu Centro de Participación activa más cercano. Da el paso y uno de esos días que tu pensamiento trata de engañarte hablándote desde el desánimo, la apatía o el conformismo, bájate de esa estación por la que pasas durmiendo, espabílate y da el salto a este nuevo trayecto: encontrarás a personas como tú, que te entienden, que te harán sentir como en casa y te ofrecerán su cariño más sincero para compartir contigo buenos ratos. Podrás disfrutar con las actividades que se programan en el Centro, salidas o simplemente, una buena conversación alrededor de un café. Puedes participar en talleres muy interesantes con los que seguir cultivando tu curiosidad. Puedes ser tú el que ofrezca esos talleres a los demás. Sin ir más lejos, este blog lo hace uno de los jubilados del Centro de Linares y mira tú por dónde… cada vez tiene más eventos que compartir en él y más personas que se unen a él sea de la edad que sean porque el sentirse parte de un proyecto… no tiene edad. Tienes mucho que ofrecer y que aprender como para pensar que ya estás jubilado y no sabes qué hacer ahora. En el C.P.A. de Linares, puedo asegurarte que seguirás sintiéndote realizado, que seguirás aumentando tu red social, que seguirás comprometido con causas que te llenan y sobre todo, que seguirás formando parte de la vida porque no cabe duda: se puede ser jubilado y no amargado, sino jubiloso de serlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario