martes, 25 de octubre de 2016



Ver la vida en positivo siempre es mucho mejor que verla en negativo, pero a veces necesitamos aprender a hacerlo, ¡toma nota de estos trucos y lo tendrás mucho más fácil!

Adoptar una actitud positiva frente al mundo te hará más feliz y hará que los demás sean felices contigo. Además, tal vez no lo creas pero se ha comprobado científicamente que tener una actitud mental positiva puede reducir los niveles de estrés y mejorar la salud. ¿Qué opinas… te vienes al lado positivo de la vida?
1. Desayuna.
 El desayuno no es solo la primera comida del día, es la más importante, la que nos ayuda a tener energía, pensar y desempeñar exitosamente las actividades del día. ¡Saltarse el desayuno no es buena idea! Puede provocar cansancio, mal humor e incluso depresión.
2. Sé agradecido
Y piensa en todas las cosas buenas que tienes en tu vida, si es necesario escríbelo para poder leerlo cuando tengas el ánimo más bajo. Tener presentes las cosas buenas mantiene a raya a las malas, y saber agradecerlas ayuda a sentirse mejor.  
3. Haz algo de ejercicio.
Los expertos aseguran que 30 minutos de ejercicio 4 veces a la semana (y si se puede, todos los días) es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés, ya que libera tensiones y mejora el ánimo y la actitud.
4. Aprende y ayuda… ¡Aporta!
Una de las mejores maneras de sentirte más positivo es sentirte útil y ayudar a otros. Contribuir con tu tiempo y esfuerzo a una causa te permitirá ver tu realidad con otros ojos, y por supuesto, cuanto más aprendas, más rico te sentirás.
5. No veas dificultades, plantéate retos, que es diferente.
Y ponles una fecha.  Abordar tus propios desafíos y superarlos te hará sentir más fuerte, válido y serás más feliz.
6. Escucha música y canciones con letras bonitas. 
La música es terapéutica, alegra el corazón y despierta buenos sentimientos .
7. Intenta tener siempre una actitud amable y agradable con los demás.
La sonrisa es contagiosa… con los demás y con nosotros mismos. Piensa en lo agradable y bonito que es que alguien te sonría por la mañana, ¡y ponlo en práctica! Cuantas más sonrisas des, más te devolverán.
8. Usa zapatos cómodos y bonitos.
“Si te duelen los pies te pones de malas”, asegura el Dr. Keinth Wapner, Presidente de la Asociación Americana de Ortopedia. Y lo mismo sirve para los pantalones que aprietan o para las prendas incómodas.
9. Acepta que no todo es perfecto.
Ser positivo significa asumir el hecho de que todo en esta vida necesita un equilibrio, y que no todo puede ocurrir como nosotros queremos. Hay situaciones que se escapan a nuestro control, y lo mejor que se puede hacer es abordarlas con calma.
10. Elige buenas compañías, ¡y cuídalas!
Procura rodearte de personas positivas, alegres y activas,  y evita en la medida que puedas a las negativas. Los pensamientos negativos se retroalimentan y contagian, ¡pero con la alegría pasa lo mismo y es mucho más divertido!

¡Ten presente todo esto y recuerda que el positivismo ofrece una vida más saludable y agradable! 

lunes, 24 de octubre de 2016


Fotos de las dos clases relacionadas de 
Vivir en Positivo





La Garza 2016





Día de convivencia, de senderismo y de vida saludable.

En el Complejo de la Garza, donde se reúnen varias asociaciones, 

de Linares, para disfrutar del día y de los actos preparados para 

tal acontecimiento.

  








domingo, 23 de octubre de 2016


Fotos y vídeos cedidos por  los amigos Francisco y Ana.

Día de Campo en el Paraje natural de la Garza.
Día de reunión,de senderismo, de convivencia y de vida saludable
entre varios centros de Linares
















domingo, 16 de octubre de 2016



     Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad

Albert Einstein es pródigo en frases positivas e inspiradoras, y esta de aquí es un buen ejemplo de ello. La fuerza de voluntad puede tener gran alcance y es posible invertirla en una variedad infinita de proyectos






Unos jubilados, jubilosos.
No importa la edad, sino la mente. 




        Lectura de interés,  escrito por una Psicóloga del Centro de la calle Viriato.


JUBILADOS JUBILOSOS Cumples 65 años y piensas… y ahora, ¿qué? Ya no tienes que madrugar, ni aguantar problemas con tus compañeros de trabajo, ni acostarte pronto el domingo porque el lunes empieza temprano pero aún así, la mayoría de personas cuando se jubilan, pasan un periodo de transición hasta que se adaptan al cambio de ritmo de vida: un cambio, que puede ser a nivel de revoluciones (menos estrés, presión, prisas) pero no tiene por qué ser de calidad de vida. Imagina que vas de viaje en tren, un largo viaje que incluye muchas paradas. Lo puedes disfrutar de muchas maneras, durmiendo o mirando por la ventanilla el paisaje, disfrutando de él, observándolo. Ahora piensa si la vida no es algo similar a ese viaje en tren… Tu actitud puede ser pasiva, dejándote llevar por cuestiones de azar, suerte o destino y de este modo, nada dependería de ti, son otros factores los que determinan el control de tu viaje y estaría claro que nada dependería de ti. Pero si por el contrario, tú decides ser el que dirige su vida, irás disfrutando de cada parada de estación, cada oportunidad de aprender, cada experiencia, cada etapa… y sabrás cuándo es el momento de bajar de ese tren si ves que empiezas a dormirte durante el viaje porque ya no te despierta nada nuevo y cambiar el trayecto de tu viaje. Cuando una persona se jubila atraviesa una sensación parecida a la del nido vacío que viven muchas madres cuando los hijos abandonan el hogar (hecho cada vez menos habitual, todo hay que decirlo…) pero con respecto a la vida en general: me abandonan, ya no sirvo, no tengo nada que hacer, ya no soy útil. Nuestro pensamiento, a veces quiere engañarnos y “debemos” ser más listos que él. No te creas todo lo que piensas y desmonta estos argumentos. No pienses que todo ha terminado sino que ahora, empieza lo mejor. No pienses que yo ya no sirves sino que ahora no hace falta que “sirva”, ahora estoy para darme gusto y gestionar mi tiempo sin obligaciones, por disfrute personal. No pienses que te abandonan, porque no pierdes a nadie, ganas a los que siempre han estado contigo y ahora puedes disfrutar con ellos sin prisas. No pienses que no tienes nada que hacer, porque realmente, hay muchas personas como tú, que tienen mucho que ofrecerte y la vez, mucho que aprender contigo. Toda esa experiencia vital y laboral, toda esa sabiduría camuflada en años y en alguna que otra arruga… tiene un lugar ideal donde seguir siendo desarrollada, compartida y disfrutada: Centros de Participación Activa. Os hablo de lo que conozco y más concretamente, del C.P.A. de Linares, situado en la calle Viriato. A ti, jubilado con ganas de sentirte jubiloso que estás leyendo esto, no te lo pienses e implícate en tu Centro de Participación activa más cercano. Da el paso y uno de esos días que tu pensamiento trata de engañarte hablándote desde el desánimo, la apatía o el conformismo, bájate de esa estación por la que pasas durmiendo, espabílate y da el salto a este nuevo trayecto: encontrarás a personas como tú, que te entienden, que te harán sentir como en casa y te ofrecerán su cariño más sincero para compartir contigo buenos ratos. Podrás disfrutar con las actividades que se programan en el Centro, salidas o simplemente, una buena conversación alrededor de un café. Puedes participar en talleres muy interesantes con los que seguir cultivando tu curiosidad. Puedes ser tú el que ofrezca esos talleres a los demás. Sin ir más lejos, este blog lo hace uno de los jubilados del Centro de Linares y mira tú por dónde… cada vez tiene más eventos que compartir en él y más personas que se unen a él sea de la edad que sean porque el sentirse parte de un proyecto… no tiene edad. Tienes mucho que ofrecer y que aprender como para pensar que ya estás jubilado y no sabes qué hacer ahora. En el C.P.A. de Linares, puedo asegurarte que seguirás sintiéndote realizado, que seguirás aumentando tu red social, que seguirás comprometido con causas que te llenan y sobre todo, que seguirás formando parte de la vida porque no cabe duda: se puede ser jubilado y no amargado, sino jubiloso de serlo.